sábado, 22 de noviembre de 2008

La Traducción en los Servicios Públicos

Como ya expliqué anteriormente en una entrada, la Traducción Institucional no solo abarca las instituciones internacionales como la Comisión Europea o las Naciones Unidas, sino también las nacionales, como los ministerios, la administración pública, comisarías, colegios, hospitales, etc.

La traducción que se lleva a cabo en estos organismos recibe el nombre de Traducción en los Servicios Públicos, también llamada Traducción en los Servicios Sociales. Esta última denominación ha sido desechada por algunos investigadores por las connotaciones negativas que ofrecía, pues los propios estudiantes de Traducción e Interpretación y la sociedad en general, solían pensar que se trataba de un campo relacionado con las ONGs, los inmigrantes, colectivos marginales y conflictivos. Tampoco llegó a cuajar la denominación «Traducción en los Servicios Comunitarios» por prestarse a confusión con las labores de traducción e interpretación en las instituciones de la Unión Europea.

En España, cada vez existe un mayor número de extranjeros e inmigrantes que deberán lidiar con la tan enrevesada Administración Pública, como en el caso de la obtención de un permiso de residencia, la solicitud de asilo político, una denuncia en comisaría o la comparecencia en un juzgado. También en el ámbito sanitario pueden encontrar dificultades a la hora de explicar sus dolencias o entender el diagnóstico del médico. En el colegio, sus hijos encontrarán la barrera del idioma a la hora de seguir una clase o interaccionar con sus compañeros. En todos estos contextos la traducción y la interpretación desempeña un papel de suma importancia, hasta tal punto que un error de traducción en un juicio podría llevar a una persona a la cárcel o incluso a aplicar un tratamiento inadecuado a un paciente.

Los documentos que se pueden traducir son muy variados (folletos informativos para inmigrantes, documentos escolares, historiales médicos, etc) y la técnica de interpretación más frecuente es la llamada bilateral (de la lengua origen a la lengua materna y de la lengua materna a la original) y telefónica en ocasiones. A veces, cuando no ha habido tiempo de traducir un documento se realiza la traducción a vista, es decir, traducir oralmente al tiempo que se lee el texto en la lengua correspondiente sin ayuda de diccionarios.

Por ello, es muy importante que las personas que se encarguen de prestar estos servicios tengan una formación adecuada y no meros conocimientos del idioma. A menudo sucede que los servicios de traducción e interpretación los prestan voluntarios que en muchos casos poseen conocimientos de la lengua correspodiente pero no cuentan con ningún tipo de formación para llevar a cabo una interpretación.

En este sentido, muchas facultades de TeI en España ya ofertan asignaturas de Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos además de posgrados y cursos formativos relacionados con este campo.

Otro problema que surge es que por lo general, los licenciados en Traducción e Interpretación poseen una formación en lenguas como el inglés, el francés o el alemán pero no tienen conocimientos de rumano, chino o dialecto marroquí. Los estudios de Traducción se orientan a las lenguas más comunes pero con ello no se responde a la demanda real que existe en el ámbito de los servicios públicos y esta situación lleva a las instituciones a recurrir a voluntarios de ONGs que no tienen formación en la materia o algún familiar o persona que hable esas lenguas.

Por otra parte, el reconocimiento del traductor/intérprete en los Servicios Públicos es escaso cuando no inexistente, tanto social como profesionalmente. La mayoría de las personas ajenas a este ámbito tiende a pensar que se trata de una labor propia de un voluntariado y que se trabaja exclusivamente con colectivos marginados o delincuentes peligrosos. Nada más lejos de la realidad. Aunque sí es cierto que en muchos casos no se trata de una labor remunerada y cuando lo es, los ingresos son exiguos.

En la falta de reconocimiento influye la desregulación que existe en este ámbito respecto a otros países como el Reino Unido, en el que aquellos que deseen ejercer como traductores en los servicios públicos han de superar un examen que ofrece el Chartered Institute Of Linguist para obtener el DPSI (Diploma in Public Services Interpreting, Diploma en Interpretación en los Servicios Públicos) y las administraciones deben recurrir a aquellos intérpretes que se encuentren en el directorio que posean esta certificación. Es una forma de asegurarse de que el servicio lo prestará una persona cualificada.

En España no existe tal certificación y pueden dedicarse a este campo tanto titulados como no titulados, con o sin formación específica en Traducción e Interpretación. La mayoría de las instituciones no la exigen o es suficiente con tener «conocimientos» de una lengua. En el caso de las ONGs no se realizan pruebas específicas a los traductores y podría desempeñar esta labor cualquier persona.

En algunos casos, se puede acceder a un puesto de traductor o intérprete en los ayuntamientos o en ministerios mediante oposición y aquí sí se exige una titulación, generalmente una licenciatura o diplomatura pero no siempre, a veces la cualificación mínima exigida es inferior. Así sucede con las oposiciones del Ministerio del Interior, donde los estudios mínimos que se requieren son el Bachillerato. Las pruebas realizadas tampoco corresponden al trabajo real del traductor o intérprete ni garantizan que pueda enfrentarse a determinadas situaciones en este campo, especialmente en lo que se refiere a la prueba oral, que consiste en leer una traducción. Alguien podría superar esta prueba y no ser capaz de realizar, por citar un ejemplo, una interpretación en una comisaría.

La invisibilidad es otra de las dificultades del traductor/intérprete en este ámbito. Nos convertimos en «personas que saben idiomas» o en «mediadores» y las oposiciones del Ministerio del Interior para traductores e intérpretes aparecen publicadas bajo el epígrafe: «Técnico Superior de Gestión y Servicios Comunes», cuya convocatoria se puede consultar aquí

Ahora mismo, desde las universidades y distintas asociaciones profesionales se está llevando a cabo una concienciación para tratar de que se reconozca como profesión y luchar por unas condiciones de trabajo óptimas, además de impulsar la formación en el campo para ofrecer un servicio adecuado. A continuación, podéis encontrar una lista de cursos y posgrados en Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos.

Formación en Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos

Máster Oficial en Comunicación Intercultural, Interpretación y Traducción en los Servicios Públicos (UAH)





4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu blog me parece muy interesante. Yo estuve haciendo de intérprete en un ayuntamiento: trabajé de traductora, de atención al cliente, de intérprete, de mediadora... y al cabo de unos meses se prescindió de mí por falta de presupuesto. Creo que el trabajo del intérprete está infravalorado y que echan mano de gente que "simplemente" sabe idiomas y que les sale más rentable.

Saludos!

Intraducible dijo...

Me alegro de que te guste el blog:-)
La verdad es que coincido contigo en que en los Servicios Públicos la figura del traductor/intérprete está infravalorada. Por desgracia,todavía seguimos siendo gente con «idiomas» y no se le da importancia a nuestra labor. A ver si entre todos conseguimos que empiecen a tomarnos en cuenta. Gracias por compartir tu experiencia.
Un saludo
Elena

Miranflú dijo...

Gracias por tu blog, me ayuda bastante a aclarar ciertas dudas de pre-licenciada. Teniendo en cuenta que esta entrada es de 2008, quería preguntarte si sabes si la situación de la traducción en servicios públicos ha cambiado o sigue siendo la misma. Es una pena, me encantaría formarme y dedicarme a ello, pero está muy mal valorada. Si te interesa el tema, quizá conozcas a la magistrada Pilar de Luna de los juzgados de lo penal de Madrid que encabeza una importante lucha para desacreditar a las empresas que prestan servicios de interpretación en los juzgados y crear un cuerpo de funcionarios profesionales de la traducción e interpretación. Te dejo el enlace de su informe: http://www.elgasconjurado.com/2010/02/15/informe-de-la-magistrada-pilar-de-luna-jimenez-de-parga/
Un saludo

Intraducible dijo...

Hola, Miranflú:
Acabo de ver el comentario. Hace algún tiempo que no actualizo el blog, así que te pido disculpas por la tardanza en contestar.

Me alegra que te interese el tema y te agradezco mucho el enlace de la Magistrada Pilar de Luna, que no es otra cosa que la manifestación más clara de la penosa situación de la traducción y la interpretación en los Servicios Públicos que está pidiendo a gritos un cambio.

Lamentablemente la situación sigue siendo la misma. No ha cambiado nada y, aunque ahora existe uan mayor conciencia social del trabajo del traductor/intérprete en este ámbito, la Administración sigue manteniendo la misma postura. Apenas convoca plazas y casi todo funciona a través de empresas externas cuya remuneración está bastante por debajo de lo que en realidad se debería cobrar y en la que en muchos casos participan personas no cualificadas.
Un saludo